David Gustavo Gutiérrez Mazón fue diagnosticado con cáncer de mama a los 24 años, un caso raro entre los hombres. A través de su testimonio, busca romper estereotipos y apoyar a otros en la lucha contra la enfermedad.
Hermosillo, 11 de octubre de 2024 – A los 24 años, cuando muchos jóvenes están concentrados en sus estudios y proyectos, David Gustavo Gutiérrez Mazón recibió una noticia que cambiaría su vida: fue diagnosticado con cáncer de mama, un padecimiento que, según el Inegi, afecta a 51.92 mujeres por cada 100 mil habitantes y a solo 1.25 hombres en la misma proporción.
David, quien estaba a punto de graduarse, fue sorprendido por esta rara enfermedad, ya que la mayoría de los casos de cáncer de mama se presentan en mujeres. Al principio, pensó que lo que había detectado en su cuerpo era inofensivo, pero tras acudir a varios médicos, la confirmación fue clara: se trataba de cáncer de mama en etapa tres.
«La autoexploración fue clave», relata David, quien sintió una «bolita» en su pecho y, aunque al principio no le dio mayor importancia, decidió consultar a un especialista. Los primeros médicos minimizaron la situación, pero los estudios de laboratorio confirmaron lo que parecía improbable.
Tras recibir el diagnóstico, David y su familia buscaron una segunda opinión en Estados Unidos, donde también se confirmó que se trataba de cáncer de mama. Fue sometido a una cirugía para retirar el tumor y después enfrentó 10 meses de quimioterapia y radioterapia.
A pesar del duro proceso, David se mantuvo fuerte y con fe. «Pensaba que estaba en una pesadilla, pero luego reaccioné y supe que debía luchar», recuerda.
Ahora, David ha encontrado en su experiencia una forma de ayudar a otros. A través de la Asociación Civil Grupo Reto, comparte su testimonio y brinda apoyo a quienes están en la misma situación. Para él, el estado de ánimo es fundamental en la lucha contra el cáncer, y se esfuerza por animar a quienes enfrentan la enfermedad.
David también subraya la importancia de la autoexploración en hombres, una práctica poco común pero crucial para detectar anomalías. “A cualquiera le puede pasar”, advierte, buscando que su historia sirva para romper estereotipos y salvar vidas.